17 de diciembre de 2019

La cafeína y los espermatozoides: ¿amigos o enemigos?


La cafeína es una molécula muy conocida por todo el mundo que destaca gracias a su acción estimulante sobre el sistema nervioso central. Es ampliamente consumida a diario por gran parte de la población y, de hecho, hay quienes afirman no poder despertar con energía sin el efecto de esta. En este sentido, seguro que todos conocemos a alguien que cuando madruga dice: “yo sin un café no soy persona”. Aunque lo primero que pensamos cuando escuchamos cafeína es el café, también está presente en muchos otros productos que consumimos diariamente, tales como: té, bebidas energéticas, algunos medicamentos e, incluso, el chocolate.

Figura 1. Cantidad de cafeína (mg) en productos de consumo diario. (Recuperado de https://www.mens-app.es/cafeina-y-fertilidad-masculina/)

Además de estas propiedades estimulantes, la cafeína presenta ciertos efectos negativos. Entre estos destacan la hipertensión, el insomnio y ciertos problemas de salud como, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, quizás nos sorprenderíamos si conociésemos que también influye en la fertilidad. Varios estudios demuestran que puede afectar a la fertilidad femenina, pues se ha visto que altera los niveles hormonales durante el ciclo menstrual o que provoca ciclos más cortos de lo normal (menos de 28 días). No obstante, cuando hablamos de fertilidad no podemos pasar por alto el factor masculino. En este caso, se han publicado numerosos artículos científicos en relación a cómo afecta la cafeína a la reproducción en el varón y, como consecuencia, a los espermatozoides o gametos masculinos. 

Para evaluar cómo afecta la cafeína en la calidad espermática se han realizado diferentes estudios considerando los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): viabilidad, motilidad, morfología, volumen y concentración espermática. Según los estudios publicados, el consumo de cafeína mejora tanto la viabilidad como la motilidad de los espermatozoides. De hecho, se ha visto que la cafeína mejora la actividad de la mitocondria, que es un orgánulo o parte de la célula que se encarga de proporcionarle energía, la cual es muy necesaria para la motilidad del espermatozoide, entre otras funciones.

En cuanto a la morfología de los espermatozoides y volumen seminal en el eyaculado en personas que consumen varias tazas de café no existe un consenso ya que varios estudios no encuentran diferencias en estos parámetros con relación a la exposición de cafeína. No obstante, otros científicos demuestran que existen más formas anormales en los espermatozoides de varones que toman de 1 a 3 tazas de café al día, además de una tendencia a presentar volúmenes seminales inferiores. Por otro lado, en relación con la concentración espermática también existe discrepancia entre los resultados de los estudios publicados pues mientras algunos estudios asociaron un mayor consumo de cafeína con un aumento de la concentración espermática, otros no encontraron diferencias.
 
Figura 2. Algunas de las posibles alteraciones encontradas en los espermatozoides respecto a su concentración, movilidad o malformaciones. (Recuperado de https://www.reproduccionasistida.org/calidad-del-semen-con-obesidad/)

Diversos estudios además han analizado cómo afecta al ADN espermático, y señalan que el consumo elevado de cafeína, lo que corresponde a más de tres tazas de cafés al día, aumenta el daño en el ADN lo que puede provocar alteraciones genéticas al fecundar al óvulo, aumentando el riesgo de defectos en el desarrollo del feto y enfermedades genéticas. Sin embargo, en un estudio en ratas se ha observado que la cafeína a bajas dosis tiene un posible efecto protector frente a ROS. Los ROS son especies reactivas de oxígeno que son necesarias en el tracto genital masculino, pero que cuando se desequilibran, afectan negativamente a las células espermáticas (afectando a la integridad de su ADN) y a la calidad del semen. Así, la cafeína a bajas dosis podría actuar como antioxidante, disminuyendo el efecto dañino de los ROS y, al final, reduciendo el daño producido en el ADN de los espermatozoides. Además, también se ha visto que tomar cafeína se relaciona con mayores niveles de testosterona en el varón, la hormona masculina por excelencia.

Con respecto al efecto de la cafeína en las técnicas de reproducción asistida, diversos estudios apuntan a que, gracias a su efecto estimulante, se ha comprobado que mejora la motilidad de los espermatozoides tras su descongelación. Así, también se utiliza en procedimientos in vitro de mejora del espermatozoide previos a su uso. Además, se ha observado que, en parejas sometidas a ciclos de reproducción asistida, un consumo moderado de cafeína en el hombre no tiene efectos sobre la fertilidad, la probabilidad de embarazo o la de nacimiento. Sin embargo, una alta ingesta sí las disminuye, y en caso de embarazo, aumentaría la probabilidad de que fuera un embarazo múltiple.



Como conclusión, se podría decir que el consumo moderado de cafeína se asocia a mayores niveles de testosterona. Sin embargo, una alta ingesta (más de tres tazas de café/día) sería perjudicial, dañando el ADN espermático y provocando posibles alteraciones genéticas en el embrión. Por otro lado, se han asociado bajas dosis con un posible efecto antioxidante, beneficioso para proteger dicho ADN. Por último, se ha estudiado el efecto de la cafeína en los resultados obtenidos en técnicas de reproducción asistida, de forma que la ingesta de cafeína estaría relacionada con la fertilidad masculina en general y con los resultados de TRA, por lo que las parejas que quieren tener hijos, sobre todo si tienen algún problema, deberían de moderar el consumo por precaución. Aun así, se necesitan más estudios para que estas afirmaciones sean concluyentes y se pueda establecer una única hipótesis sobre los efectos de esta sustancia.


BIBLIOGRAFÍA

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 Realizado por: Clara Agudo, Sara Chulián, Andrés Prieto, Noelia López



1 comentario:

  1. Está bastante bien, tal vez podríais dar una relectura para simplificar la escritura en algún punto y cambiar alguna coma.
    La conclusión me parece más confusa, ya que se mezclan resultados de estudios in vitro (directamente sobre los espermatozoides) e in vivo (nutricionalmente). Creo que quedaría mejor si revisáis el texto y dejáis sólo la parte relacionada con el consumo de cafeína.
    En la conclusión podría ser interesante apuntar que las parejas que quieren tener hijos, sobre todo si tienen algún problema, deberían moderar el consumo por precaución. Sobre todo porque podríamos tener distinta susceptibilidad genética a los efectos de la cafeína.
    Finalmente, reduciría algo la bibliografía a los trabajos más relevantes, y aquí podríais seleccionar algunos de divulgación (pero con un perfil fiable).

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