El uso del semen
sexado se está convirtiendo en una realidad en nuestros días. El uso del semen
sexado está cada vez más extendido, ya que nos permite obtener crías del sexo
deseado. Se trata de semen que contiene espermatozoides que nos van a dar crías
del sexo que nos interesa en cada momento, machos o hembras, con una eficiencia
del 90%, es decir, de 100 nacidos obtendremos 90 del sexo deseado.
Una pregunta que podría plantearse es si realmente
tiene utilidad este semen sexado. La respuesta es sí. El semen sexado tiene una
gran importancia en ganadería, por ejemplo, ya que nos va a permitir obtener
descendientes del sexo que más interese en las distintas explotaciones
ganaderas. De este modo en ganadería de vacas lecheras se utilizará semen
sexado que nos dé nacimientos de hembras, que son las productoras de leche, y
en la ganadería cárnica bovina se utilizará semen sexado que nos dé
descendientes macho, ya que son los de mayor interés en la producción de carne.
Esto acarrea una gran cantidad de beneficios económicos para las explotaciones
ganaderas, ya que habrá menos nacimientos pero todos ellos serán los adecuados
para el objetivo de dichas explotaciones. Pero no solo tiene aplicaciones en
especies domésticas, sino que también es de mucha utilidad para especies salvajes
a dos niveles: al igual que en ganadería, a nivel económico, ya que permite
mejorar la eficiente utilización del escaso espacio disponible en cautividad, y
a nivel de conservación de especies, ayudándonos a mantener una mayor
estabilidad a nivel social, a conservar la diversidad genética y a recuperar y
mantener especies en peligro de extinción.
En este
artículo nos queremos centrar principalmente en la importancia del semen sexado
en la conservación de especies salvajes en peligro de extinción. Las
instituciones zoológicas tratan de desarrollar programas de cría para la
conservación de estas especies, cuyos objetivos son la obtención de
descendencia sana, poblaciones del tamaño adecuado y una relación de sexos
adecuada para cada población. En estos casos la preferencia de sexos es por las
hembras, ya que van a ser estas las que permitirán el nacimiento de crías en
generaciones posteriores, manteniendo así a largo plazo la posibilidad de
obtener crías. Pero es importante tener en cuenta que de forma natural esta
situación no se va a dar, sino que existe la misma probabilidad del nacimiento
de una hembra que de un macho. Por este motivo, este desequilibrio de la
relación de sexos natural puede suponer algunos problemas a largo plazo para la
población. De cualquier modo, aunque improbable, podría ser que la relación de
machos y hembras se viera desequilibrada de forma natural beneficiando a los
machos. Esta situación supondría un gran contratiempo en los programas de cría
de especies en peligro de extinción. Además está el problema de que en
cautividad una cantidad tan alta de machos no puede mantenerse, ya que, entre
otras cosas, se produce un desequilibrio en la ordenación a nivel social de
ciertas poblaciones en las que las hembras son las dominantes, así como un
aumento de la competencia entre machos, peleas, agresiones… Por todas estas
razones son tan importantes los programas de cría mencionados anteriormente,
que deben permitir una mayor descendencia de hembras que de machos. Para
conseguirlo hay que recurrir a las Técnicas de Reproducción Asistida, que
nos van a permitir seleccionar a los espermatozoides deseados y conseguir
embarazos para obtener la progenie deseada. Gracias al uso de estas técnicas se
han conseguido nacimientos de individuos del sexo deseado en especies como
conejos, cerdos, vacas, ovejas, caballos, perros, gatos, búfalos, ciervos,
alces, delfines, primates humanos y no humanos, como el gorila, chimpancé,
babuinos y titís.
Pero… ¿cómo podemos obtener semen
sexado? Actualmente es posible realizar la selección de sexos mediante el uso
de una técnica que se basa en la distinta cantidad de ADN que presentan los
cromosomas X e Y.
El cromosoma Y es de menor tamaño
que el X y por este motivo presenta una menor cantidad de ADN que él. La
dotación cromosómica sexual de los machos es XY, mientras que la de las hembras
es XX, por lo que si nuestro objetivo es obtener descendientes macho deberemos
conseguir espermatozoides con cromosoma Y y si queremos conseguir el nacimiento
de hembras debemos obtener espermatozoides con cromosoma X, ya que el óvulo va
a aportar en todos los casos un cromosoma X. La técnica que nos permite
realizar la separación con los mejores
resultados es la citometría de flujo, utilizando un citómetro de flujo
con unas características especiales para este fin. Con esta técnica se realiza
un análisis cuantitativo de los espermatozoides de una muestra para detectar la
cantidad de ADN que presentan. Al pasar por el citómetro van a recibir un disparo
de un rayo láser, quedando con una carga determinada en función de su cantidad
de ADN. En función de esta carga, y por tanto de su cantidad de ADN, serán
separados tras pasar por un campo electromagnético. Una vez separados podrán
usarse en las diferentes técnica de reproducción para conseguir las crías del sexo deseado. Leer más...
Un caso muy llamativo es el de
los delfines de la especie Tursiops
truncatus. Desde hace más de treinta años se llevan buscando sistemas que
permitan mantener la sostenibilidad de las poblaciones de esta especie. Una de
las alternativas de mayor éxito son las ya mencionadas anteriormente técnicas, en
las que se ha producido un gran desarrollo, especialmente en estos delfines. Leer más...
En los programas de conservación para
esta especie se ha introducido un protocolo de conservación que consiste en la
selección de los espermatozoides del sexo deseado, su congelación y su uso posterior,
en el momento más adecuado, en inseminación artificial. El principal
problema que se encontró a este protocolo fue el gran coste económico que
suponía la obtención de una concentración de espermatozoides adecuada para
conseguir unas tasas de éxito aceptables mediante la separación de
espermatozoides por citometría de flujo. Además para hacer la inseminación en
el útero de la hembra con esta concentración de
espermatozoides adecuada habría que introducir un gran volumen de semen
en la hembra, ya que con la citometría de flujo los espermatozoides quedan
separados en un gran volumen de medio, lo cual no es muy adecuado. A raíz de
estos inconvenientes surgió la necesidad de encontrar un sistema que permitiera
solventar estos problemas. La alternativa que se encontró pasaba por realizar
la inseminación en un lugar más profundo del aparato genital femenino,
aproximando de este modo los espermatozoides con el óvulo de la hembra. De este
modo, haciendo la deposición del semen en la unión útero-tubárica, en lugar de
en el cuerpo del útero, se podría utilizar una dosis de espermatozoides mucho
más baja, hasta 10-100 veces menor, con la consecuente reducción de los costes
que supone la separación de los espermatozoides, así como del volumen de semen
que se introducirá en la hembra en la inseminación artificial. Científicos de Estados Unidos llevaron
a cabo un estudio para tratar de demostrar que este sistema alternativo daba
buenos resultados en la obtención de delfines del sexo deseado, hembras en este
caso, con unos resultados bastante exitosos. Consiguieron cumplir con todos los
objetivos del trabajo, que eran la obtención de hembras nacidas sanas a partir
de inseminación con una dosis de semen sexado más baja que la estandarizada, consiguiendo
reducir los costes del proceso. Leer más... Es importante remarcar que los resultados que
se obtuvieron en este trabajo fueron mejores en hembras jóvenes, de menos de 25
años, hay que tener en cuenta que la vida de una hembra de Tursiops truncatus es de unos 40 años, mientras que los machos raramente superan los 30. A la hora de aplicar estas tecnologías sería importante tener en cuenta estos factores.
La selección de espermatozoides y la inseminación artificial son un sistema muy eficaz para
mantener la relación de sexos en las poblaciones de delfines de la especie Tursiops truncatus. Se puede aplicar por
tanto esta estrategia en los programas de conservación de esta especie, cuyas
poblaciones son escasas y de este modo ayudaremos a que se mantengan.
Isabel Gutiérrez Díaz
Isabel M Sánchez
Castelló
BIBLIOGRAFÍA
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Córdoba-Izquierdo, A. 2012. « Sexing sperm of
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O’Brien, J.K., K.J. Steinman, y T.R. Robeck. 2009. «Application of sperm
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Robeck, Todd R., G.A. Montano, K.J. Steinman, P. Smolensky, J. Sweeney,
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Buen artículo, bastante ameno y fácil de leer. Si podéis, citad de alguna manera los trabajos, o meted algún enlace. Evitad el uso de abreviaturas, realmente no las necesitáis.
ResponderEliminarEl único comentario es sobre la relación de machos:hembras en especies silvestres en cautividad. Tened en cuenta que aunque sea 1:1, puede ser desfavorable para la cría en cautividad de especies silvestres, ya que puede que la sex ratio adecuada para vivir en grupo sea una con predominio de machos o de hembras (el otro sexo vive en solitario o en grupos aparte del grupo principal). No hace falta que aparezca una desviación del 1:1 para que sea una situación desfavorable.
¿Cuánto vive un delfín? Para poner en perspectiva lo de "hembra joven" menor de 25 años.
Ya hemos realizado las modificaciones que nos indicaste.
ResponderEliminarHemos quitado las abreviaturas e introducido nuevos enlaces de donde habíamos sacado información que creemos que puede ser útil.
Una hembra de delfín puede vivir aproximadamente 40 años, en cambio, el macho solo puede llegar a los 30. Lo hemos incluido en la última parte.
Estupendo, buen artículo.
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