INTRODUCCIÓN
Los espermatozoides son producidos en los túbulos
seminíferos y almacenados en el epidídimo (Figura 1),
donde se producen una serie de cambios fisiológicos y bioquímicos.
Figura 1: Se observan los
túbulos seminíferos donde se forman los espermatozoides y el epidídimo donde
maduran y son almacenados
En el
epidídimo también se produce la maduración de los espermatozoides, para ello se
requieren especies reactivas de oxígeno (ROS). Dichas especies intervienen en la formación de puentes
disulfuro durante la compactación del ADN, pero un exceso de ROS induce daño
oxidativo ocasionando la disminución del potencial de fecundación. La membrana
externa de los espermatozoides maduros es sensible al daño oxidativo. Puede producirse la peroxidación lipídica de la misma, disminuyendo su fluidez,
la cual es necesaria para su posterior fusión con el ovocito. Los ROS producidos por los espermatozoides
muertos son la principal fuente de daño oxidativo. Además cuanta mayor
concentración de ROS esté presente habrá una mayor fragmentación del ADN y un
incremento en los niveles de apoptosis. Del mismo modo las mitocondrias también se ven
afectadas (Marshburn
et al. 2014).
Durante la maduración y almacenamiento de los
espermatozoides en el epidídimo, se encuentran expuestos en gran medida a las
especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (ROS y RNS, respectivamente) (Mayorga-Torres et al. 2015).
Como se
mencionó anteriormente, los espermatozoides son muy vulnerables al ataque
oxidativo, lo que se asocia con una disminución de la motilidad de los
mismos, a la peroxidación lipídica y al daño en el ADN originando tasas de
fertilización alteradas (Mayorga-Torres
et al. 2015).
Por tanto, se
puede deducir que un menor tiempo de abstinencia permitiría que los
espermatozoides estuvieran menos expuestos al ambiente dañino del epidídimo,
evitando el estrés oxidativo. De este modo disminuiría el tiempo de contacto
con ROS, mejorando la viabilidad
y la función de los espermatozoides (Marshburn
et al. 2014).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda de 2 a
7 días de abstinencia. Sin embargo, la Sociedad Europea de Reproducción Humana y
Embriología (ESHRE) y la Asociación Nórdica de Andrología, sugieren intervalos
de abstinencia más ajustados de 3-4 días (Mayorga-Torres et al. 2015).
Hay muchos factores que pueden afectar a la calidad seminal,
entre ellos se encuentran: la estación del año (Carlsen et al. 2004), la fiebre, el consumo de alcohol y tabaco, la
exposición a diversos compuestos y la abstinencia.
La abstinencia sexual en hombres puede afectar a diversos
parámetros seminales y espermáticos, como el volumen seminal, la concentración
espermática, la movilidad progresiva, la morfología, la viabilidad, el pH, la
capacidad antioxidante, la peroxidación lipídica de membrana o el grado de
fragmentación del ADN. A continuación se analizan los efectos observados en
estos parámetros en función de la duración de la abstinencia.
PARÁMETROS AFECTADOS
- Volumen seminal
Un incremento en la duración de la abstinencia ha resultado
en un claro aumento del volumen eyaculado (Figura 2A) en comparación con el volumen tras una abstinencia
más reducida (Carlsen
et al. 2004; Jonge
et al. 2004; Levitas
et al. 2005; Marshburn
et al. 2014; Sunanda
et al. 2014; Kably-Ambe
et al. 2015; Mayorga-Torres
et al. 2015).
- Número total de espermatozoides en el eyaculado
Tanto el número total de espermatozoides como la
concentración de éstos se ven aumentadas conforme mayor es el tiempo de
abstinencia (Figura 2B). El aumento en el número total de células se
corresponde con un incremento en el volumen del eyaculado. Esto es debido a que
se almacena una mayor cantidad de semen durante más tiempo, obteniéndose eyaculados
de mayores proporciones (Raziel et al. 2001; Carlsen
et al. 2004; Jonge
et al. 2004; Levitas
et al. 2005; Marshburn
et al. 2014; Sunanda
et al. 2014; Kably-Ambe
et al. 2015; Mayorga-Torres
et al. 2015).
- Movilidad espermática
Es
cierto que al aumentar el número total de espermatozoides, al incrementarse la
duración de la abstinencia, se encuentra un mayor número de espermatozoides
móviles totales (Kably-Ambe
et al. 2015). Sin embargo también se ha comprobado que la
movilidad espermática en porcentaje (progresiva y total), es decir, la
proporción de espermatozoides móviles con respecto a los totales, no se ve
afectada por el tiempo de abstinencia (Raziel et al. 2001; Carlsen
et al. 2004; Jonge
et al. 2004; Marshburn
et al. 2014; Mayorga-Torres
et al. 2015).
Sin embargo,
algunos estudios han destacado una disminución en el porcentaje de movilidad
progresiva (Figura 2D) una
vez superados los 5 días de abstinencia
(Sunanda
et al. 2014).
Por otro lado, al analizar muestras de pacientes
oligozoospérmicos, los resultados varían. Se observa una disminución en el
porcentaje de espermatozoides móviles cuanto mayor es el tiempo de abstinencia,
pero al superar los 5 días se mantiene estable (Levitas et al. 2005).
- Morfología
Los índices de morfología normal medidos según los criterios de la OMS
comparando distintos tiempos de abstinencia no han mostrado variación
significativa (Figura 2C) (Carlsen
et al. 2004; Jonge
et al. 2004; Levitas
et al. 2005; Marshburn
et al. 2014; Sunanda
et al. 2014; Mayorga-Torres
et al. 2015).
A pesar de esto, de nuevo en pacientes oligozoospérmicos se aprecia una
reducción en el porcentaje de morfología normal conforme aumenta el número de
días de abstinencia (Levitas et al. 2005).
- Viabilidad
Entendiendo como viabilidad
(o vitalidad, como denominan algunos autores) la integridad de la membrana
plasmática, se ha analizado su variación dependiendo del tiempo de abstinencia. Diversos estudios
coinciden en que la viabilidad no se ve afectada por la duración de la
abstinencia (Jonge et al. 2004; Mayorga-Torres et al. 2015). Aunque hay otros experimentos
en los que se observó una disminución en la vitalidad espermática pasados los 5
días de abstinencia (Figura 2E) (Sunanda et al. 2014).
Adicionalmente también se han estudiado los efectos en la membrana
mitocondrial analizando el potencial de membrana y no se ha visto alteración
con la abstinencia (Mayorga-Torres et al. 2015).
Figura 2: A) Volumen seminal; B) Concentración de espermatozoides; C)
Morfología; D) Movilidad; E) Viabilidad (Modificado de Kably-Ambe et al. 2015).
- Fragmentación del ADN
En cuanto al grado de
fragmentación del ADN analizado en el semen en función de la duración de la abstinencia hay estudios
contradictorios. Experimentos como el de Kably-Ambe y colaboradores (2015) apuntaron
que las concentraciones de ADN fragmentado eran inferiores con menos días de
abstinencia, mientras que hay otros autores sostienen que no se encuentran
diferencias significativas en este índice (Jonge et al. 2004; Mayorga-Torres et al. 2015).
- ROS y estrés oxidativo
Como ya se ha
mencionado, el estrés oxidativo afecta a la calidad seminal, y por esta razón
se ha estudiado si la abstinencia sexual afecta a este aspecto. Se ha
apreciado, aunque no de manera significativa, una ligera disminución en la
proporción de ROS cuando se realizan eyaculaciones frecuentes (Mayorga-Torres et al. 2015). A pesar de esta observación, aún deben hacerse
más estudios al respecto. Por otro lado Marshburn y colaboradores (2014), analizaron
la peroxidación lipídica de la membrana espermática con distintos tiempos de
abstinencia. Concluyeron que no había alteración en la membrana, a pesar de que
sí se observó una disminución de la capacidad antioxidante del semen conforme
mayor era la abstinencia. Esto puede resultar contradictorio, pero los autores
sostienen que la capacidad antioxidante del líquido seminal es más efectiva
contra un estrés oxidativo menos potente que el necesario para producir peroxidación
en la membrana (Marshburn et
al. 2014), es decir, que a pesar de que la célula esté menos
protegida debido a la disminución de la capacidad antioxidante, la peroxidación
no se ve afectada debido a que esta capacidad antioxidante es más efectiva
contra el estrés oxidativo menos potente que el que se requiere para producir
peroxidación en la membrana.
La densidad
leucocitaria (relacionada en algunos estudios con la producción de ROS) no se vio alterada con el aumento
en el tiempo de abstinencia (Marshburn et al. 2014).
Otros factores como el pH tampoco se vieron influenciados por la duración
de la abstinencia sexual (De Jonge et al. 2004).
Además
de con estos parámetros seminales y espermáticos, la abstinencia también se relaciona con las tasas de embarazo posteriores a una inseminación artificial (Kably-Ambe
et al. 2015).
El daño
que sufren los espermatozoides puede explicar alguno de los casos de
infertilidad por factor masculino y por tanto tener una relación en la tasa de
embarazo posterior a una inseminación artificial. Es por este motivo que el
intervalo de abstinencia sexual afecta a la tasa de embarazo en reproducción
asistida (Kably-Ambe
et al. 2015).
Estudios recientes revelan que para un procedimiento de
inseminación intrauterina, menos días de
abstinencia sexual producen mayores tasas de embarazo (13 a 15% por ciclo
cuando es menor a 7 días). Las tasas más bajas se observan a partir de 8 días (Figura 3) (Kably-Ambe
et al. 2015).
Figura 3: En la gráfica se muestra la tasa de embarazo (EMB %) en
relación con los días de abstinencia. Se observa que a menos días de
abstinencia sexual hay mayores tasas de embarazo (Sunanda et al. 2014).
Además se
ha obtenido un mejor índice de recuperación espermática con menos días de
abstinencia (Figura 4). Esto quizá se deba a la
disminución del tiempo que permanece el semen en los conductos del aparato genital
masculino, lo que reduce la exposición a un ambiente hostil, descendiendo el
periodo de contacto con los radicales libres de oxígeno, como se explica
anteriormente.
Figura 4: En la gráfica se representa el índice de rendimiento en función
de los días de abstinencia, observándose que con menos días de abstinencia hay
un mayor índice de recuperación ( Sunanda et al. 2014).
DISCUSIÓN
Teniendo en cuenta
todos estos factores, la mayoría de los autores apoyan el criterio de la OMS de
mantener una abstinencia de entre 2 y 7 días antes de un análisis estándar del
semen. Aunque bien es cierto que muchos de ellos recomiendan reducir ese
intervalo manteniendo menos días de abstinencia para así intentar mejorar la
calidad del semen (Jonge
et al. 2004; Marshburn
et al. 2014; Sunanda et al. 2014; Kably-Ambe
et al. 2015; Mayorga-Torres
et al. 2015).
Además, es importante
destacar que Kably- Ambe y colaboradores (2015) analizaron el efecto de la
abstinencia en las tasas de éxito de inseminación intrauterina y estas se
vieron incrementadas con menores días de abstinencia. Esto podría corroborar el
hecho de que menos abstinencia se corresponde con una mejor calidad en el
semen. Sin embargo, es diferente en pacientes oligozoospérmicos, en los que es
más beneficioso aumentar los días de abstinencia consiguiendo así un mayor
número de espermatozoides aún a riesgo de que el semen tenga peor calidad (Sunanda et al.
2014).
Por tanto, el periodo
de abstinencia debería ser estudiado para cada paciente de manera individual
dependiendo de sus características (Raziel et al.
2001).
RECOMENDACIONES
Se ha propuesto que las
eyaculaciones recurrentes podrían ser un enfoque para mejorar la calidad
del ADN de esperma y por lo tanto la reproductividad. De todas formas debemos
tener en cuenta si analizamos semen normozoospérmicoo semen de varones que
sufren de oligozoospermia y / o disfunción eréctil.
Para normozoospérmicos es mejor
la recomendación de la OMS, aunque menos tiempo de abstinencia ayudaría a la
calidad. Por otro lado para oligozoospérmicos, hay controversia, hay quienes
dicen que menos días de abstinencia para mejorar la calidad es más beneficioso pero
otros opinan que guardando más días de abstinencia, al aumentar el número de
espermatozoides convendría más en estos casos, a pesar de que la calidad sea
peor (Raziel et al. 2001; Marshburn et al. 2014).
BIBLIOGRAFÍA
- Carlsen, E., Andersson, A. & Skakkebaek, N.E., 2004. Effects of ejaculatory frequency and season on variations in semen quality. Fertility and Sterility, 82(2), pp.359– 366.
- Jonge, C. De et al., 2004. Influence of the abstinence period on human sperm quality. Fertility and Sterility, 82(1), pp.57–65.
- Kably-ambe, A., Soriano-ortega, K.P. & Roque-sánchez, A.M., 2015. Efecto de la abstinencia sexual en las tasas de embarazo posterior a inseminación intrauterina Effect of sexual abstinence on pregnancy rates after an intrauterine insemination. Ginecol and Obstet Mex, 83(2), pp.104–109.
- Levitas, E. et al., 2005. Relationship between the duration of sexual abstinence and semen quality: analysis of 9 , 489 semen samples. Fertility and Sterility, 83(6), pp.1680– 1686.
- Marshburn, P.B. et al., 2014. Influence of ejaculatory abstinence on seminal total antioxidant capacity and sperm membrane lipid peroxidation. Fertility and Sterility, 102(3), pp.705–710.
- Mayorga-torres, B.J.M. et al., 2015. Influence of ejaculation frequency on seminal parameters. Reproductive Biology and Endocrinology, 13(47), pp.1–7.
- Raziel, A. et al., 2001. Influence of a short or long abstinence period on semen parameters in the ejaculate of patients with nonobstructive azoospermia. Fertility and Sterility, 76(3), pp.485–490.
- Sunanda, P. et al., 2014. Effect of age and abstinence on semen quality : A retrospective study in a. Asian Pacific Journal of Reproduction, 3(2), pp.134–141.
LAURA SUÁREZ CEBALLOS
MARÍA TERESA HATO CASTRO
BEATRIZ MEDINA COLORADO
Máster de Biología y Tecnología de la Reproducción (2015/2016)
Creo que no tengo mucho que comentar. Está bastante bien explicado y con las citas adecuadas. Lo único, revisad el espaciado y la puntuación.
ResponderEliminarHola Felipe, ya hemos revisado los espacios y la puntuación. Espero que ahora este correcto.
ResponderEliminarMuy bien!
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