15 de enero de 2018

La aneyaculación en la era de la reproducción asistida.

La aneyaculación en la era de la reproducción asistida.


                            Imagen 1: tomada de: http://ideasqueayudan.com/aneyaculacion-afecta-salud-hombres/

Todas aquellas alteraciones/desordenes sexuales de la eyaculación, constituyen un problema de consulta frecuente en el campo de la urología y, en cierta medida un motivo de consulta de gran relevancia a la hora de asistir a consulta médica por parte de los pacientes de sexo masculino. La importancia de este tipo de alteración además de su alta prevalencia radica en un deterioro psicológico en el cual repercuta la calidad de vida de los pacientes, su entorno conyugal y por ende una posible causa de infertilidad. Debido a la complejidad del control en todos aquellos procesos de la función eyaculatoria, las causas de esta patología pueden ser múltiples, lo cual implica que sea necesario un abordaje integral del bienestar biológico y psicosocial del paciente para lograr un manejo adecuado de este problema de fertilidad.

Dentro de aquellos desórdenes sexuales con mayor relevancia en la población masculina, en principio tenemos a la eyaculación prematura o eyaculación precoz, pasando por la eyaculación retardada, eyaculación retrógrada, hasta llegar a la completa incapacidad para eyacular (aneyaculación), siendo esta última de gran importancia a la hora de una pareja poder concebir de forma natural1. Es aquí donde la medicina reproductiva juega un papel fundamental, ya que todo el personal que labora en un centro de fertilidad está en capacidad de poder utilizar todas aquellas herramientas que estén a su alcance y así llegar al objetivo fundamental; poder encontrar una solución al problema de salud, para que el paciente afectado pueda llegar a procrear de manera natural o artificial.
¿Entonces…Qué es la aneyaculación?
Como se estipuló anteriormente, dentro de los trastornos de fertilidad masculina está la aneyaculación la cual, dentro de los trastornos sexuales masculinos, está en un porcentaje de 1.2%1. Consiste en la ausencia completa de eyaculación anterógrada o retrógrada debida a una falta de emisión de semen desde las vesículas seminales, la próstata y los conductos eyaculadores hacia la uretra2,3. Es la ausencia completa de eyaculación la cual comprende dos entidades muy bien distinguibles según se acompañe o no de orgasmo:
-La aneyaculación con orgasmo conservado (la cual llamaremos primaria), se produce por fallo de la expulsión, y suele ser debida a una eyaculación retrógrada.
-La verdadera aneyaculación o eyaculación sin orgasmo (la cual llamaremos secundaria) se produce por un fallo de emisión y de expulsión; aunque puede haber algunas excepciones.
La aneyaculación primaria en general abarca un porcentaje bajo (0,14% en la población general) y suele ir acompañado en la mayoría de las veces de anorgasmia1. Su etiología se desconoce, pero suele atribuirse a un proceso psicosexual anormal; este diagnóstico se apoya en que no existen alteraciones neurológicas demostrables, ya que los pacientes logran eyacular y tener orgasmo con la masturbación y presentan emisiones nocturnas 1,3.
Entre las causas de aneyaculación primaria o eyaculación con orgasmo, estas pueden ser congénitas dadas por malformaciones como las extrofias vesicales y las epispadias entre otras 1,3,4.
En cuanto a la aneyaculación secundaria o eyaculación sin orgasmo, esta puede presentarse por la ingesta de fármacos; los diabéticos están especialmente predispuestos a sufrirla, pero no precisamente la diabetes sea un factor principal para padecer este tipo de patología 3. Su causa más frecuente está relacionada con lesiones medulares, las cuales está representada en un 86% de los pacientes con aneyaculación secundaria.
En un estudio realizado en el año 2002 en más de 2.461 pacientes afectados por este trastorno, sólo el 14% informó que podía eyacular1,3. También cabe destacar que algunas patologías como la linfanectomía retroperitoneal además de causar eyaculación retrógrada, puede causar aneyaculación (tanto primaria como secundaria)1,3.

Otros mecanismos de lesión medular como la mielitis y la esclerosis múltiple pueden causar aneyaculación entre otras patologías1,2,3,5. Ver anexo imagen 2

                      
 Imagen 2: Principales problemas neurogénicos y farmacológicos asociados a la Aneyaculación.

¿Qué hacer en caso de padecer alguno de estos trastornos de fertilidad masculina (Aneyaculación primaria y secundaria)?
Para un completo abordaje sobre este trastorno masculino, es esencial que el paciente acuda a su centro médico conjunto con su profesional de cabecera y en la consulta plantear todas aquellas cuestiones relacionadas con su problema sexual, pues de esta manera el profesional de la salud puede tomar las medidas adecuadas a la hora de llevar el caso.
La forma acorde con el diagnóstico y tratamiento la establece el médico, pero aquí se detalla algunas pautas principales a la hora de seguir un caso:
·         Comprobar si el paciente presenta alguna enfermedad como diabetes, neuropatía, traumatismo e infección genitourinaria. También es importante saber si ha presentado alguna cirugía previa e informar sobre algún régimen de medicamentos que ha tomado o está consumiendo en el momento1,2,3,4.
·         Exploración física: Se debe realizar una exploración de los genitales externos del varón verificando el grado de sensibilidad en esta zona del cuerpo, eje: sensibilidad en el escroto, los testículos, el periné y reflejos cutáneos a nivel de los músculos etc1,4.

·         Otras pruebas diagnósticas opcionales: Pueden realizarse pruebas neurofisiológicas y también las necesarias para identificar algún tipo de neuropatía, así como también, es necesario una evaluación psicosexual del varón 1,3.
¿Se puede llevar a concebir si mi pareja tiene un trastorno de fertilidad como la aneyaculación?

La respuesta es sí. Se puede llegar a concebir. El tratamiento por lo general consiste en recoger espermatozoides para emplearlos en técnicas de reproducción asistida1,3,4,5. Llegado el momento de elegir un tratamiento se deben de tener en cuenta los aspectos siguientes:

En los casos donde la  aneyaculación es causada por linfadenectomía o neuropatía y la terapia psicosexual en los varones anorgásmicos no funciona de manera adecuada; en todos estos casos existe una terapia llamada vibroestimulación (es decir, la aplicación en el pene con un vibrador) la cual constituye el tratamiento de primera línea para lograr el objetivo deseado en reproducción asistida, ya que esta terapia desencadena el reflejo de la eyaculación y por ende ayuda al proceso de expulsión del esperma1,3.
Una vez evaluada la seguridad y la eficacia de este procedimiento, los pacientes pueden hacer todo el proceso de vibroestimulación en su propio domicilio y a su vez, de acuerdo con una capacitación sobre la recolecta del semen y su introducción de éste a nivel del tracto vaginal, se puede realizarse una inseminación intravaginal con una durante los días de ovulación. Si la calidad del semen es deficiente, la pareja puede entrar en un programa de reproducción asistida, donde se llevará el caso de acuerdo con los problemas presentes en el individuo1,2,5,6.
Cuando hay un fracaso por parte de la terapia con vibroestimulación, la electroeyaculación es el tratamiento de elección1,3,5. Este consiste en la estimulación eléctrica de diferentes nervios ubicados en la zona genital. En el 90 % de los pacientes, la electroestimulación induce la eyaculación, pero, la calidad del semen suele ser baja y la mayoría de las parejas deben entrar en un programa de reproducción asistida 1,2,3,6.

Si los anteriores procedimientos o métodos no funcionan, ¿Qué debo hacer?
Si alguno de los dos anteriores tratamientos no funciona correctamente o hay fracaso de ellos, pueden recogerse espermatozoides de los conductos seminales por medio de aspiración de los conductos seminíferos o lavado de las vías seminales1,4,5,6. En casos donde hay algún impedimento para recogerse espermatozoides, se debe de sospechar de procesos de malformación a nivel anatómico, donde lo más conveniente suele ser una biopsia a nivel testicular (dicho procedimiento se realiza solo en las clínicas especializadas en reproducción asistida atendidos y guiados por el personal experto)1,5.

En conclusión, como hemos leído en este escrito, la medicina reproductiva ha evolucionado a gran escala haciendo de trastornos que hace 30 años eran considerados como impedimentos absolutos a la hora de poder procrear, gracias a los avances científicos dirigidos en la medicina reproductiva, muchas parejas pueden llegar a concebir sin impedimento de algún tipo y por ende conservar su línea genético.

Elaborado por Jared Sotelo Tascón
Estudiante de Máster en Biología y Tecnología de la Reproducción.
Universidad de Oviedo 2018.

Bibliografía:
1.  Tratado de andrología y medicina sexual. Capítulo 80: Anatomía y fisiología de la eyaculación. Clasificación de los trastornos de la eyaculación. Cruz Natalio, San Juan. S. Alberto. Editorial panamericana. Ref:9788498353433. Edición 2012.
2.    Guía clínica sobre infertilidad masculina. G. R. Dohle, T. Dimer. Gimerciman, A. Jun gwirth. Z. Kopa, C. Krausz. Asociación europea de urología. Abril 2010.
3.   Trastornos de la eyaculación. Joaquim Sarquella Geli, Roberto Vilches P, Cristian Palma. CRev,med, clin, condes-2014;25 (1) 129-137.
4.    Eyaculación retrógrada. Rodrigo Enríquez R, Patricio Donoso P, Patricio González S, René Salinas S, Isabel Carrasco F, Luis Roblero S, Gonzalo Duque A. Rev. Ch, obstet. Ginecol. 2004; 69 (5) 368-371.
5.  Anorgasmia y eyaculación primaria: Revisión de un caso clínico. M. Varela Salgado, L. Puparelli Fernández. Rev. Actualidad andrológica. Enero-abril 2010. Vol 10. Número 1, 32-34.
6.   Sociedad Española de Fertilidad y reproducción asistida. Codigo:M-48980-2011. Actualizada en abril del 2011.

Aneyaculación: un problema de fertilidad.

Aneyaculación: Un problema de fertilidad masculina.
Introducción.
Los trastornos de la eyaculación son unos de los problemas de salud sexual de gran importancia, ya que se encuentran dentro de los más frecuentes y de gran relevancia a nivel epidemiológico1. En este grupo hay una amplia variedad de diagnósticos como la aneyaculación o la hipoespermia2, los cuales se presentan a menudo ya en la práctica, han sido menos estudiados por los expertos debido el inconveniente de poder dar una definición adecuada de estas patologías eyaculatorias y por ende su clasificación.

Dada a la gran cantidad de pacientes de sexo masculino que acuden a centros médicos, cuya consulta gira entorno a cualquier tipo de trastorno sexual, los avances en la medicina moderna ha hecho que profesionales de la salud se adentren más a fondo para poder dar una solución a estos eventos, lo cual ha hecho establecer las disfunciones sexuales en tres grupos principales: los trastornos de la erección, los trastornos del deseo y los trastornos de la eyaculación, siendo de esta manera el último grupo, uno de los que epidemiológicamente se encuentra en una alta prevalencia ya que se puede presentar en el pacientes de todas las edades y no solamente aquellos mayores de 40 años3.






Anatomía y fisiología de la eyaculación.
Principalmente se debe de establecer que la eyaculación como producto final es importante para la reproducción humana, ya que en ella va contenido los espermatozoides, además de otros componentes importantes para el sustento y mantenimiento de ellos dentro del canal vaginal a la hora de procrear. Es un fluido corporal, cuya cantidad normal oscila entre 1,5-4 ml4,5, variando de esta manera según el individuo y según la frecuencia de eyaculaciones, ya que entre mayor frecuente sean las eyaculaciones, menor va a ser la  cantidad del volumen del eyaculado.
En cuanto a su origen, este es dado por los testículos en donde da lugar a la espermatogénesis, lo que a su vez contribuye a una secreción del 10% de volumen final del eyaculado. El otro porcentaje restante lo dan las estructuras anatómicas como la vesícula seminal (la cual contribuye con el 60 % del volumen total aproximadamente), la próstata y glándulas accesorias (las cuales aportan el 30 % del volumen total del eyaculado restante4,5).
En el proceso de la eyaculación se incluyen eventos musculares, neurofisiológicos y químicos, los cuales ayuda o conducen  a este fluido hacia la uretra posterior, donde sale con fuerza hasta salir de la parte distal del pene. Según diferentes estudios, los pasos que se dan para una eyaculación normal son3,5:
1. Emisión: Se establece como la liberación de los fluidos seminales. Esto abarca los fluidos que van desde la próstata y los ductos eyaculatorios en la uretra posterior. La emisión es el producto de las contracciones de los músculos liso (músculos de la cola del epidídimo, conducto deferente y próstata).
2. Desarrollo de una cámara de presión: El volumen de semen que va a ser eyaculado se acumula en la uretra posterior. Este paso se asocia con la inevitabilidad del proceso de eyaculación; es decir, el tamaño de la uretra llega a aumentar hasta tres veces su calibre y el control cerebral es mínimo.
3. Expulsión: Se conoce como el transporte del volumen seminal desde la uretra en su parte prostática hasta la parte anterior y luego a través del meato urinario hasta el exterior. En esta etapa se producen contracciones clónicas de los músculos estriados periuretrales y del piso pélvico con ritmo de 0.8 segundos aproximadamente.
4. Orgasmo: Es una sensación placentera la cual está asociada con la eyaculación. Es un evento en el cual hay liberación de neurotransmisores que están relacionados con la sensación de bienestar; es decir, existe una relación estrecha entre los eventos que ocurren de forma secuencial en el tiempo, pero que están separados por milisegundos y sin embargo son percibidos por los pacientes (en este caso el varón) como un algo simultáneo.
En cuanto al aspecto molecular, la eyaculación necesita de la participación de diferentes neurotransmisores, cuya expresión equilibrada y coordinada condicionará el efecto final, pues el desequilibrio entre los diferentes neurotransmisores en la sinapsis de las neuronas que controlan este fenómeno traería consigo trastornos como la eyaculación precoz, o en este caso una ausencia de eyaculación conocida como aneyaculación5.
Aneyaculación
Aproximadamente, dentro de los trastornos de disfunción sexual en el varón, la aneyaculación abarca un porcentaje de 1.2%4,5. Este se caracteriza por la ausencia completa de eyaculación, la cual es debida a una falta de emisión de semen desde las vesículas seminales, la próstata y los conductos eyaculadores hacia la uretra5,6. En la aneyaculación se establecen dos entidades muy bien distinguibles según se acompañe o no de orgasmo:
-La aneyaculación con orgasmo:  se produce por fallo de la expulsión de semen y suele ser debida a una eyaculación retrógrada. Abarca un porcentaje del 0,14% en la población general, y aunque suene contradictorio, suele ir acompañado en la mayoría de las veces de anorgasmia4 en un acto sexual con penetración.
Su etiología aún es desconocida, pero suele atribuirse a un proceso psicosexual anormal; o sea, no existen alteraciones neurológicas demostrables ya que los pacientes logran eyacular y tener orgasmo con la masturbación, así como también suelen presentar emisiones nocturnas 4,5.
Algunos estudios establecen que este tipo de trastorno puede estar relacionado con problemas congénitos dadas por malformaciones, como es el caso de las extrofias vesicales, las epispadias o las imperforaciones de la cloaca a nivel embrionario 4,5,7.
-Aneyaculación o eyaculación sin orgasmo: se produce por un fallo de emisión y de expulsión; aunque puede haber algunas excepciones no muy claras.  Su causa más frecuente es dada por lesiones medulares las cuales representan un 86% de los pacientes con aneyaculación. También cabe destacar que algunas patologías como la linfanectomía retroperitoneal además de causar eyaculación retrógrada, puede causar aneyaculación, ya que en esta patología se extirpan los nervios simpáticos posganglionares que salen de las cadenas simpáticas y del plexo hipogástrico, inhabilitando o eliminando de esta manera la estimulación eferente para la emisión del semen y el cierre del cuello vesical4,5
Otros mecanismos de lesión medular como la mielitis y la esclerosis múltiple pueden causar aneyaculación entre otras patologías4,5,6,8. Se ha establecido que la ingesta de fármacos preinscritos para la población de personas que padecen diabetes, están especialmente predispuestos a sufrirla, pero no precisamente la diabetes sea un factor principal para padecer este tipo de patología3,4,5,8.
Reproducción asistida y Aneyaculación.
Los avances científicos han hecho crear conciencia en la población tanto masculina como femenina sobre la importancia que juega una sexualidad sana en el ámbito de una vida afectiva en las relaciones de parejas; es decir, se ha avanzado en múltiples estudios con cuyo propósito es poder determinar las causas y por ende el tratamiento adecuado de las diferentes disfunciones masculinas que pueden estar padeciendo este grupo poblacional, impidiéndoles llevar desde una vida sexual confiable psicológicamente hasta procesos de no poder concebir de forma natural.
Las técnicas de reproducción asistida aplicadas a este grupo poblacional que padece este tipo de trastorno van desde un abordaje menos invasivo como invasivo:
Entre los menos invasivos se han estipulado la vibroestimulación (la aplicación en el pene de un vibrador) la cual constituye el tratamiento de primera línea para lograr el objetivo deseado en reproducción asistida, ya que en la aneyaculación, la vibroestimulación desencadena el reflejo de la eyaculación y por ende la  expulsión del esperma4,3. La vibroestimulación es una terapia que en múltiples ocasiones está indicada en casos donde la aneyaculación es causada por linfadenectomía o neuropatía, así como también, en aquellos casos donde la terapia psicosexual en los varones anorgásmicos no funciona de manera adecuada.
En los casos donde la calidad del semen obtenido por este tipo de terapia sea deficiente, la pareja puede entrar en un programa de Reproducción asistida más invasivo, donde se llevará el caso de acuerdo con los problemas presentes en el individuo4,6,8,9.

Métodos más invasivos.
En cuanto a los métodos más invasivos, el tratamiento por lo general consiste en recoger espermatozoides para emplearlos en las diferentes técnicas de reproducción asistida, estos son llevados para el proceso de fecundación e implantación según sea el método más adecuado estipulado por el médico tratante4,5,7,8. Cuando se ha elegido la técnica de reproducción asistida adecuada para los pacientes (pareja) se procede a establecer alguno de los dos procesos:
v  Estimulación para la eyaculación por medio de la técnica de electroeyaculación: este consiste en la estimulación eléctrica de los nervios periprostáticos mediante una sonda insertada en el recto, lo que aparentemente no se ve afectado por la integridad del arco reflejo. Se requiere anestesia salvo en caso de lesión completa de la médula espinal. En el 90 % de los pacientes la electroestimulación induce la eyaculación, pero esta suele ser retrógrada en un tercio de los casos y la calidad del semen suele ser baja, por ende, la mayoría de las parejas deben continuar en un programa de reproducción asistida más invasivo 4,5,6,9.

v  Biopsia testicular. Es una técnica que consiste en recolectar espermatozoides de los conductos seminales por medio de una aspiración de los conductos deferentes, se puede llegar a hacer un lavado de las vías seminales4,7,8,9. Hay casos donde se encuentran  impedimentos para recoger espermatozoides, lo cual se ha estipulado según diferentes estudios, que este tipo de complicaciones está relacionado con una obstrucción epididimaria o insuficiencia testicular, en donde al paciente por medio de un tratamiento con hormonas y procesos quirúrgicos, puede llegar a recolectar una muestra para ser utilizada en alguna técnica de reproducción.
Situación actual de las técnicas de reproducción aplicadas a la aneyaculación
Todo proceso que impide a un varón poder llevar a cabo fecundar de manera natural es considerado como trastornos o patologías que repercutan en la calidad de vida de estos, así como también en la densidad poblacional, ya que al haber más población con trastornos que afectan el proceso de fecundación, trae consigo una disminución en la taza de población para una localidad o un país. 
Según lo establecido en informes epidemiológicos, en los países industrializados, aproximadamente el 35% de los problemas de fertilidad está asociado a inconvenientes neurofisiológicos, químicos y anatómicos en el varon3,4,5. Es por eso que trastornos que anteriormente se veían como “inofensivos”, hoy en día son tratados como problemas de salud y a su vez, son modelos para poder abarcar cada día más en procesos de investigación en algunas patologías que se consideran no estar relacionadas con la sexualidad, pero que cada día según los avances de la ciencia, estos trastornos poco estudiados están replanteando la manera como diferentes factores influyen en la vida sexual y reproductiva de las personas.
Las técnicas de reproducción asistida que hoy en día se conocen, da confianza cada vez más en la población, lo cual ayuda a que cada día más personas con problemas de fertilidad acudan de manera segura y confiable a consultas para poder iniciar el tratamiento adecuado.
Para concluir, es de suma importancia poder llegar a conocer estos procesos patológicos y así llegar a evaluar y tratar de una forma acertada a los pacientes con trastornos de la eyaculación. En ocasiones, muchas patologías individualizadas o combinadas como trastornos médicos, psicológicos, procedimientos quirúrgicos y tratamientos con fármacos, pueden interferir de alguna manera en el control central de la eyaculación y en su aferencia periférica, convirtiéndose de alguna manera en trastornos eyaculatorios y por ende en un problema de salud a nivel epidemiológico, es aquí donde las técnicas de reproducción asistida son la única opción viable para que personas con este tipo de disfunción pueda llegar a seguir conservando su linaje genético.

Bibliografía:
1.  Trastornos de la función eyaculatoria durante 198 meses de revisión en una consulta de medicina sexual. Juan Fernando Uribe Arcila.  urol.colomb. Vol XXII, No. 1: pp. 30-40, 2013.
2.  Evolución urológica de pacientes con agenesia de sacro: 20 años de seguimiento. José María Abascal Junquera, Joan Conejero Sugrañes, Raul Martos Calvo, Ana Celma Doménech, Carlos Salvador Lacambra y Pascual Zamora Escamez. Urología Neurológica y Urodinámica Arch. Esp. Urol., 59, 6 (595-600), 2006.
3.  Trastornos de la conducta eyaculatoria (tce) en una consulta privada de urosexología. Uribe Arcila, Juan Fernando. urol.colomb. Vol. XVII, No. 2: pp 63-72, 2008.
4.  Trastornos de la eyaculación. Joaquim Sarquella Geli, Roberto Vilches P, Cristian Palma. CRev,med, clin, condes-2014;25 (1) 129-137.
5. Tratado de andrología y medicina sexual. Capítulo 80: Anatomía y fisiología de la eyaculación. Clasificación de los trastornos de la eyaculación. Cruz Natalio, San Juan. S. Alberto. Editorial panamericana. Ref:9788498353433. Edición 2012.
6.  Guía clínica sobre infertilidad masculina. Asociación europea de urología. Abril 2010. G. R. Dohle, T. Dimer. Gimerciman, A. Jun gwirth. Z. Kopa, C. Krausz.
7.   Eyaculación retrógrada. Rodrigo Enríquez R, Patricio Donoso P, Patricio González S, René Salinas S, Isabel Carrasco F, Luis Roblero S, Gonzalo Duque A. Rev. Ch, obstet. Ginecol. 2004; 69 (5) 368-371.
8.  Anorgasmia y eyaculación primaria: Revisión de un caso clínico. M. Varela Salgado, L. Puparelli Fernández. Rev. Actualidad andrológica. Enero-abril 2010. Vol 10. Número 1, 32-34.
9. Sociedad Española de Fertilidad y reproducción asistida. Codigo: M-48980-2011. Actualizada en abril del 2011.


10 de enero de 2018

La fertilidad en la era del plástico

Cada año se producen en el mundo 320 millones de toneladas de plástico. Es una de las materias primas más utilizadas y puede encontrarse en una amplia gama de objetos cotidianos. Pero, ¿se sabe realmente qué contiene este material? Detrás del plástico se esconden hasta 600 aditivos que pueden ser peligrosos para la salud. Entre ellos se encuentra el polémico bisfenol A o BPA presente en el recubrimiento de latas de conserva, barnices, materiales ortopédicos, tintes o, hasta hace poco, productos destinados a los más pequeños, como juguetes o biberones. Aún así, cabe destacar que el BPA no se encuentra presente en todos los plásticos. Existe una clasificación denominada Código de Identificación de las Resinas que describe el tipo de resina de plástico utilizada para cada producto. Los plásticos más tóxicos corresponden a los grupos 3, 6 y 7, incorporando en este último grupo los productos que contienen BPA.




Este compuesto está reconocido como un potente disruptor endocrino capaz de alterar la función normal de los sistemas reproductor, endocrino, inmune y neurológico, entre otros. Para comprender los efectos del BPA sobre la salud, es necesario aclarar una serie de conceptos básicos:

  • En líneas generales, un disruptor endocrino es una sustancia capaz de imitar la función fisiológica de una hormona en el cuerpo humano. Esto puede alterar el correcto funcionamiento del sistema endocrino, que es el encargado de mantener la regulación química del organismo, el desarrollo corporal y la capacidad reproductiva.

  • Estas sustancias se pueden clasificar en dos grandes grupos. Por una parte, se pueden encontrar disruptores endocrinos de origen natural, como fitoestrógenos (hormonas de origen vegetal). Por otro lado, también una gran cantidad de ellos son producidos artificialmente, como el BPA, utilizado en la industria química como plastificante.


¿Cómo afectan los disruptores endocrinos a nuestra salud?


Los disruptores endocrinos pueden causar problemas de salud, principalmente mediante dos vías:
  • Bloqueando la acción de las hormonas, no dejando que se produzca la unión con su receptor.
  • Actuando como si fuera la propia hormona, uniéndose al receptor y generando una respuesta indebida.





Acción del bisfenol A sobre la fertilidad masculina


En concreto, el BPA es un disruptor endocrino que actúa sobre los receptores de estrógenos, hormonas con un papel crucial en la función reproductiva, tanto masculina como femenina. Sin embargo, este artículo se centra en sus efectos sobre el factor masculino.

Uno de los efectos negativos que provoca este disruptor es a nivel de la información genética, que está contenida en el ADN de las células de nuestro organismo. Se ha demostrado en un estudio realizado en ratas macho que la exposición a BPA implica cambios en el ADN. Estas mutaciones imposibilitan el correcto desarrollo del embrión. Este hecho fue descrito en un estudio realizado en 2013 por Tiwari y colaboradores. En él, se utilizaron machos expuestos a BPA para procrear, y se observó un incremento en la tasa de abortos. Estas pérdidas fueron relacionadas con las mutaciones acumuladas en el material genético de los espermatozoides.

Otra de la consecuencias derivadas de la exposición a BPA, es una menor producción de espermatozoides y un descenso de la calidad seminal. Un grupo de investigadores realizó un estudio de 2004 a 2008 entre los trabajadores de fábricas de resina epoxi y BPA en China. Se encontró que los hombres que presentaban mayor nivel de BPA en la orina, tenían de dos a cuatro veces más riesgo de presentar baja calidad seminal. El esperma de estos trabajadores presentaba una baja concentración, baja vitalidad y reducida motilidad espermática.  

Este disruptor no solo provoca fallos debido a mutaciones en el ADN, sino que también es capaz de alterar la epigenética. La epigenética se entiende como un conjunto de marcas que se encuentran en el ADN y que, sin provocar cambios en la información genética, son capaces de alterar su expresión. Para facilitar la comprensión de este término se puede hacer el siguiente símil: la diferencia entre escribir y leer un libro. Una vez que el libro ha sido escrito, el texto (la información genética), será el mismo para todos los lectores. No obstante, la interpretación variará ligeramente según el lector dependiendo de sus emociones, interpretaciones, etc. Estás diferencias más sutiles equivaldrían a los cambios epigenéticos.

Como se ha demostrado en estudios realizados en ratones, las modificaciones epigenéticas pueden provocar enfermedades en el propio individuo, en el caso de que sus células estén afectadas, o bien, a su descendencia, en caso de que la alteración se produzca en los espermatozoides. Estos cambios afectan al desarrollo de órganos reproductores masculinos, la producción de espermatozoides y al comportamiento sexual.

Para la correcta formación de los espermatozoides es muy importante que exista un equilibrio adecuado entre sustancias oxidantes y antioxidantes. Dicho equilibrio se puede ver alterado por la acción del bisfenol A. Se ha comprobado en esturiones que este desequilibrio favorece a que exista una mayor oxidación, en consecuencia, disminuyen los valores de calidad, motilidad y velocidad de los espermatozoides.


Situación actual y prevención


La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas ha incorporado el BPA dentro de la lista de “sustancias altamente preocupantes” de forma unánime, en relación a los problemas de salud pública que puede acarrear. En la reunión que tuvo lugar en la capital finlandesa en junio de 2017, se equiparó el nivel de alerta de este compuesto al que se refiere a los efectos cancerígenos, mutagénicos y tóxicos para la reproducción.

Desde que empezaron a conocerse los efectos nocivos del BPA, han sido muchas las empresas multinacionales que han abandonado su uso en la fabricación de sus productos, como Toys-R-US, Abbott, Heinz o Wal-Mart. Al tratarse de un problema de salud pública global, es necesario que no solo las entidades privadas reduzcan su uso, sino que también se tomen medidas desde los gobiernos. Países como Canadá y algunos estados de los Estados Unidos ya han prohibido el empleo de bisfenol A.  Europa también se ha sumado a estas políticas de protección de salud y medioambiente. Concretamente, en España, la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas asegura que “el plástico utilizado en la fabricación de las botellas de agua mineral en España es exclusivamente de un material que no contiene bisfenol A”.

Además de las medidas comentadas anteriormente, de forma individual se debe intentar disminuir el contacto con productos que contengan BPA. Para minimizar la exposición al bisfenol A, desde la Universidad de Alicante recomiendan evitar el consumo de alimentos y bebidas envasados en plásticos: “un primer paso es volver a utilizar los envases de cristal y no incluir en nuestra dieta comida precocinada que directamente, con el envase, se calienta en el microondas”. 

Sin embargo, una reciente evaluación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), indica que el nivel de exposición al BPA al que está sometida la población es seguro para todos los consumidores, independientemente de su edad. Para realizar esta afirmación dicha autoridad se ha basado en que los niveles de exposición al BPA son entre 3 y 5 veces inferiores a lo tolerable.

También se ha observado que, a medida que se evita la exposición a este compuesto, se produce un descenso de los niveles de este disruptor en el organismo.

En conclusión, a día de hoy, las medidas preventivas continúan siendo el mejor enfoque para combatir este problema. No obstante, es necesaria la búsqueda de fuentes alternativas a este compuesto y que su uso sea sustituido progresivamente en la industria.




Bibliografía


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Schönfelder G, Wittfoht W, Hopp H, Talsness C, Paul M, Chahoud I. Parent Bisphenol A Accumulation in the Human Maternal-Fetal-Placental Unit. Environmental Health Perspectives. 2002;110(11):a703-a707.

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Rahman M, Kwon W, Lee J, Yoon S, Ryu B, Pang M. Bisphenol-A Affects Male Fertility via Fertility-related Proteins in Spermatozoa. Scientific Reports. 2015;5(1).

Wetherill Y, Akingbemi B, Kanno J, McLachlan J, Nadal A, Sonnenschein C et al. In vitro molecular mechanisms of bisphenol A action. Reproductive Toxicology. 2007;24(2):178-198.

Tiwari D, Vanage G. Mutagenic effect of Bisphenol A on adult rat male germ cells and their fertility. Reproductive Toxicology. 2013;40:60-68.

Anway M, Skinner M. Epigenetic Transgenerational Actions of Endocrine Disruptors. Endocrinology. 2006;147(6):s43-s49.

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Wirth J, Mijal R. Adverse Effects of Low Level Heavy Metal Exposure on Male Reproductive Function. Systems Biology in Reproductive Medicine. 2010;56(2):147-167.

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El tamaño de los testículos de un hombre puede afectar a su capacidad para tener hijos

Según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos, en 2014 el 10% de los recién nacidos en España fueron producto de técnicas de reproducción asistida, considerando entre las mismas la inseminación artificial, la fecundación in vitro o el ICSI. Existen muchas causas que pueden explicar esta infertilidad, entre las que se encuentran factores asociados a la mujer (factor tubárico, ovulatorio o endometriosis), factores masculinos e, incluso, factores todavía desconocidos. El masculino es uno de los factores a tener en cuenta por ser el causante del 25-35% de los casos de infertilidad. Este factor masculino engloba muchas alteraciones diferentes, y el estudio de las mismas y sus causas ha ido adquiriendo un interés creciente en los últimos años.
Figura  1. Comparativa entre las causas de infertilidad en parejas españolas en 2012. La causa de infertilidad masculina supone un 25-35% de los casos, seguida de un factor ovulatorio alterado (25%), factor tubárico (17-20%), endometriosis (5-15%) y esterilidad inexplicada (5-15%). Fuente: Sociedad Española de Fertilidad, 2012 1

Los hombres con un menor tamaño testicular presentan alteraciones hormonales y una menor calidad seminal, pero también comportamientos más familiares.

Al realizar estudios convencionales de semen a varones infértiles se ha observado que estos presentan peores características en su seminograma que aquellos que son totalmente fértiles, y, además, se ha visto que estos seminogramas de peor calidad aparecen en muchos casos asociados con un tamaño testicular menor.

Teniendo en cuenta que el tamaño de los testículos está directamente relacionado con el peso corporal y la estatura, se ha visto que en poblaciones caucásicas el límite por debajo del cual se consideran pequeños unos testículos es 15 cm3, no siendo así en poblaciones asiáticas, donde debido a su menor estatura y complexión, el valor de referencia se establece en 12 cm3. Por otro lado, estudios recientes han podido comprobar que no sólo los espermatozoides presentan una capacidad fecundante más baja y una movilidad peor, sino que además se encuentran en menor concentración en el eyaculado de estos varones con testículos pequeños.

Esta característica va asociada también a un perfil hormonal diferente que, además de afectar a otras hormonas, provoca una baja concentración de testosterona en sangre. Estos bajos niveles de testosterona podrían predisponer a estos hombres a padecer enfermedades caridíacas, óseas y metabólicas.

Un estudio realizado en la Universidad de Emory (Atlanta) en hombres sanos encontró una relación entre una menor cantidad de testosterona en sangre y una mayor actividad en el área tegmental central del cerebro relacionada con la recompensa y motivación. Este hecho, en última instancia, llevaría a estos varones con niveles bajos de testosterona, aunque no patológicos, a implicarse más en la vida familiar y el cuidado de los hijos

El varicocele es la patología más relacionada con infertilidad masculina y lleva asociado un volumen testicular reducido.

El varicocele testicular es una patología, generalmente asintomática, que consiste en la dilatación de las venas que se encuentran dentro del testículo (cordones espermáticos y escroto) y que puede afectar al normal crecimiento y desarrollo del mismo. De hecho, se observa que los hombres afectados por un varicocele clínico presentan testículos más pequeños y eyaculan menor volumen de semen que hombres sanos.

Además, se ha descrito que la presencia de varicocele no sólo tiene repercusión en el volumen del eyaculado, sino que también afecta negativamente a la calidad de los espermatozoides y, por ende, al semen del varón.
Figura 2Comparativa entre un testículo izquierdo sano y un testículo izquierdo afectado por varicocele. En la imagen derecha se puede apreciar cómo las venas del cordón espermático se encuentran profundamente dilatadas en relación con la imagen de la izquierda, correspondiente a un testículo normal sano. Fuente: www.reproducciónasistida.org
La mayor parte de los casos de varicocele se dan en hombres infértiles, siendo además su patología más frecuente (40% en varones infértiles frente a un 9-23% en varones fértiles).

La producción de espermatozoides es muy sensible a la temperatura, debe mantenerse alrededor de 2⁰C por debajo de la temperatura corporal para que se lleve a cabo con normalidad. Esta es la razón principal por la que los testículos se encuentran fuera del abdomen. Por ello, al producirse la dilatación de las venas testiculares en el varicocele, aumenta la temperatura del testículo, lo cual afecta directamente a la producción y calidad de los espermatozoides.

Además, existen estudios que relacionan el varicocele con un aumento del estrés oxidativo al que se ven sometidos los espermatozoides en el testículo. Este tipo de estrés tiene como consecuencia la rotura del ADN espermático, lo cual repercute muy negativamente en la fertilidad de los varones. La mayor parte de estos espermatozoides con ADN fragmentado no serán capaces de fecundar un óvulo o, si lo hacen, darán lugar a embriones con una carga genética anómala que no conseguirán un embarazo a término.

No obstante, existen opciones de tratamiento para revertir el varicocele que parecen ayudar a la recuperación del testículo. Se han hecho estudios en los que se ha demostrado que el tratamiento quirúrgico del varicocele ayuda a incrementar tanto el tamaño del testículo, como el número de espermatozoides en el semen y su capacidad de movimiento. Por tanto, la detección y el tratamiento temprano el varicocele son muy importantes, ya que pueden evitar o, al menos, reducir problemas de fertilidad del paciente en el futuro.

Finalmente, ¿qué podemos concluir?

Los hombres con testículos pequeños (<12 cm3 en poblaciones asiáticas y <15 cm3 en poblaciones caucásicas) afectados o no por varicocele, eyaculan menor volumen, menor cantidad de espermatozoides y un semen de peor calidad que hombres con testículos mayores.

Por otro lado, tener los testículos pequeños implica una menor producción de testosterona, lo que predispone en mayor medida a estos hombres a padecer enfermedades relacionadas con el metabolismo de la insulina, cardiacas y óseas.

Sin embargo y frente a esto, el nivel reducido de testosterona parece tener influencia sobre el comportamiento familiar de los varones, siendo éstos más familiares e implicándose en mayor medida en el cuidado de los hijos.

Bibliografía

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Autoras: Rebeca Bravo Martín y Casandra Fernández Alonso